Un viaje a … La Edad Edad de Piedra Charlotte Hurdman
Tomado de: Un viaje a … La Edad Edad de Piedra
Charlotte Hurdman.
Mexico D.F.: Ediciones La Vasija, 2002
Págs. 6, 12, 14, 18, 22, 26, 28, 30, 36, 38, 56 y 58.
La Edad de Piedra es el periodo más largo de la historia del hombre. Comprende un
lapso tan prolongado que con frecuencia se divide en segmentos más cortos de acuerdo con el tipo de instrumentos que se usaban. El primero y más largo fue el
periodo Paleolítico o Antigua Edad de
Piedra, que empezó hace más de dos millones de años. A
continuación se halla el Mesolítico o Edad Media de Piedra, hacia 10 000 a.C. Durante este periodo el hombre comenzó a utilizar nuevos artefactos, como arcos y flechas para cazar venados y cerdos
salvajes. Hacia el 8000 a.C. comienza el Neolítico o Nueva Edad de Piedra con la crianza de animales. Pero la Edad de
Piedra continuó en diferentes periodos por diversas partes del mundo, así que
esas divisiones no
siempre son útiles. La
Edad de Piedra concluyó cuando el hombre empezó a trabajar los metales en gran escala.
El hombre vive hoy en toda la Tierra, pero hay varias opiniones
de cómo se pobló el planeta. Unos expertos creen que nos desarrollamos en África antes de llegar a
Asia
y Europa, otros dicen que evolucionamos por grupos en diversas partes del
mundo. Los primeros hombres en llegar a América quizás pasaron por Siberia, en Rusia, cuando el Estrecho de Bering era tierra firme, por el año 13 000 a.C. o antes. Se sabe que hacia 10 000 a.C. el hombre ya había llegado al extremo sur de América.
Migración y nomadismo
Los primeros hombres no
se establecían, no
vivían siempre en un mismo sitio. Eran nómadas y cambiaban de lugar a lo largo del año. Hacían lo anterior con el fin de hallar alimento. No sembraban ni criaban animales. Cazaban animales salvajes y recolectaban
bayas, nueces y otras plantas. Ese estilo vida se conoce como cazador-recolector.
El paso de u lugar a otro se llama migración. Algunas migraciones de la Edad de Piedra eran estacionales, para
seguir
rebaños de
caza. Otras
fueron
causadas por desastres naturales como
incendios forestales
o
erupciones
volcánicas.
Cambios
climáticos y aumento de la población también forzaban a buscar nuevas tierras. Cuando aprendieron a sembrar, muchos se instalaron en hogares permanentes para cuidar sus cultivos.
Estructura social
En la Edad de Piedra había muy poca gente en el mundo. Los expertos estiman que en el año 13 000 a.C. había unos ocho millones de personas. Hoy somos seis millardos (seis mil millones). Podemos imaginar cómo vivían los hombres de la Edad de Piedra al ver cómo viven sociedades cazadoras-recolectoras actuales.
Aunque el hombre vivía en
familia como ahora, esas familias vivían en grupos de
familias llamados clanes. Todos los miembros del clan tenían parentesco entre sí, en general por línea materna c por matrimonio. Los clanes eran suficientemente grandes para proteger y alimentar a todos los miembros, pero no tanto como para que se pudiera perder el control de ellos. Todos, incluso los niños, debían buscar alimento. Los clanes quizás eran parte de tribus mayores que se reunirían en algunas épocas del año, como para la caza de verano,
por
ejemplo,
Los
miembros
de una tribu
compartían
lengua y estilo
de vida. Cuando el hombre aprendió a sembrar, creció la población y la organización social se hizo más compleja.
Refugio y vivienda
El hombre siempre ha necesitado
protegerse del clima.
La temperatura de la Tierra
fue
mucho más fría
en los últimos 100 000 años que ahora. En
el verano, el hombre habitaba chozas, pero cuando el
clima era severo las familias se iban a las cuevas. Hicieron rompevientos
de roca en las entradas y chozas dentro de las
cuevas para evadir mejor las tormentas y el frío. En verano, como seguían a
los
rebaños, los cazadores construían refugios con ramas
y
hojas.
Las familias hacían campamentos con chozas de ramas y pieles. Muy al norte, a falta de cuevas y árboles, hacían chozas con huesos y colmillos de mamut. Sin embargo, donde quiera que se instalaran, era importante tener cerca un lugar para obtener agua fresca.
Alimentación y
recolección
La dieta de los cazadores-recolectores de la Edad de Piedra era muy variada. Poco a poco supieron qué plantas
podían
comer
y dónde
crecían.
De la primavera al otoño,
mujeres y niños recogían semillas, bayas, nueces y raíces.
Recolectaban huevos de aves, flores en botón y
hojas de plantas. En verano recolectaban
chícharos, frijoles, calabazas y pepinos; el sol maduraba dátiles, uvas, higos, mirtillos y arándanos agrios.
En otoño había almendras, piñas, nueces, avellanas y bellotas. Éstas se conservaban enterradas, mientras que las frutas y las bayas se dejaban secar. Insectos, orugas y caracoles también servían de alimento. Los panales silvestres y las hierbas añadían sabor a los alimentos.
Los
encargados
de buscar alimentos
usaban palos
para
desenterrar
raíces y ponían la comida en bolsas de piel y canastas tejidas.
Cacería
Durante la última glaciación, los clanes cazaban manadas de bisontes, caballos, renos y mamuts que recorrían la tundra y los pastizales. Al principio usaban hachas de piedra y lanzas de madera, luego hicieron lanzas con puntas de hueso y pedernal y empezaron a usar arcos y flechas que permitían mayor alcance Se atacaba directamente a los animales
o se ponían trampas. Se podía cazar una manada entera en la cima de un risco o en una emboscada. Éste era un buen método para obtener carne. Cuando los bosques se fueron expandiendo, se facilitó la caza con arcos y
flechas. Para el año 12 000 a.C., aproximadamente,
los cazadores usaban
perros domesticados para ayudarse en
la cacería. Cada
parte del
animal era útil.
Para
alimentarse,
la carne
se
cocía
o
se
conservaba seca. La piel se usaba para vestirse y la grasa para prender lámparas. Con huesos y cuernos se hacían utensilios y armas.
Las primeras cosechas
Por el año 8000 a.C. los pueblos del Cercano Oriente
empezaron a sembrar y producir sus propios alimentos. En vez de sólo recolectar semillas de granos, como trigo y
cebada, guardaban parte de
ellas. Al
año
siguiente, las sembraban. Al
controlar las fuentes de alimento, los primeros agricultores descubrieron que de un terreno pequeño podía comer mucha gente. El hombre empezó a instalarse permanentemente
en ciertos lugares para sembrar y guardar sus cosechas. En los siguientes 5000 años la
agricultura pasó del Cercano Oriente al oeste de Asia, Europa y África. También se desarrolló en otras áreas de Asia por el año 6500 a.C., y en América por el año 7000 a.C.
Los primeros cultivos estuvieron en colinas
con suficiente lluvia para
sembrar, donde crecían de modo natural trigo y cebada. Al aumentar la gente, se poblaron las orillas de los valles de los ríos, donde se podían regar las cosechas en periodos secos del año.
Domesticación
Al tiempo que el hombre empezó a sembrar, fue domesticando animales. Había cazado ovejas, cabras, cerdos y vacunos durante miles de años antes de que empezara a mantenerlos en cautiverio en corrales. Es posible que los cazadores acorralaran a
los animales para atraparlos más fácilmente. Los animales encerrados se acostumbraban al hombre y se volvían mansos. Las ovejas y cabras quizás fueron las primeras especies en ser domesticadas en el Cercano Oriente por el 8500 a.C.
Los criadores pronto
vieron que los animales
más
grandes
tenían
mejores
crías;
empezaron a seleccionarlos para la reproducción y tuvieron ejemplares más grandes y fuertes que los salvajes. Se domesticaron ganado y aves por sus huevos y
su carne. En el sur de América, la llama era importante por su carne y
su lana. Patos y cerdos de Guinea también eran
considerados útiles. Los cerdos fueron los
animales domésticos más importantes en el sureste de Asia.
Artesanía
Las primeras artesanías fueron posiblemente las canastas hechas de bejuco y pequeñas ramas entretejidos. Las canastas se hacían con facilidad y eran livianas, pero no muy duraderas. La cerámica era
un trabajo pesado.
Descubrir que hornear
el barro
lo hacía más resistente pudo
haber
resultado
de un accidente; tal vez sucedió cuando una canasta cubierta de
barro cayó en el
fuego. Las figuras de barro horneadas se hicieron desde el año 24 000 a.C., pero al hombre le tomó miles de años advertir
que
en la
cerámica se
podía cocinar y guardar alimentos
y bebidas.
Las
primeras
vasijas
se
hicieron en
Japón,
por el
año 10
500
a.C. Se daba forma a las vasijas con espirales o
terrones de barro. Los lados se alisaban y decoraban antes
de hornear.
Otra invención neolítica del 6000
a.C. es
el telar. Posiblemente la primera prenda de vestir fue de lana, algodón o lino.
Vestido
Los cazadores del
último periodo glacial fueron quizás los primeros en usar ropa. La necesitaba para protegerse del frío. La ropa se hacía con pieles de animales que se cosían con tiras de cuero Las primeras prendas eran pantalones sencillos, túnicas y
capas decoradas con cuentas de piedras de colores, dientes y conchas. También usaban botas que se amarraban con tiras de piel.
La piel
se
preparaba estirándola y
raspándola
hasta dejarla
limpia. Las
prendas
se cortaban y
se hacían hoyos con una piedra filosa llamada punzón. Los hoyos facilitaban la tarea de
coser con una aguja de hueso que debía atravesar la piel. Con pieles limpias también se hacían tiendas de campaña, bolsas y sobrecamas.
Luego que empezó la cría de ovejas en el Cercano Oriente, se usó lana para tejer telas. En otras partes hacían telas con fibras vegetales como lino, algodón, cortezas y cactus. La tela se coloreaba y decoraba con pintura vegetal.
Aldeas neolíticas
Cuando el hombre hizo de la agricultura una forma de vida, debió quedarse mucho tiempo
en el mismo lugar. En algunas zonas, los agricultores hacían tala y quema. Esto es, limpiaban la tierra y después, cuando las cosechas habían desgastado la tierra, se iban a otra zona. Los asentamientos de agricultores se volvieron pueblos cinco o
diez veces mayores que un
campamento
de cazadores y recolectores.
Al inicio,
los
agricultores
seguían cazando para comer, pero pronto sus cosechas y animales domésticos cubrieron la mayoría de sus necesidades. Tenían casas circulares o rectangulares de un piso, de barro, adobe, madera y
paja. Calles y patios angostos unían las casas. La mayoría de pueblos estaba en tierras bajas donde era fácil obtener agua. Gracias al riego y la rotación de cultivos los agricultores pudieron vivir más tiempo en un mismo lugar.
El fin de una era
El fin de la Edad de Piedra fue marcado por el crecimiento de pueblos y ciudades. El primer pueblo fue posiblemente Jericó, en el Cercano Oriente, que se erigió hacia el 8000
a.C. y 200 años después
tenía
2700 habitantes. çatal
Hüyük, en Turquía, con
cerca de 5000 habitantes, data, aproximadamente, del 6500 a.C. Quienes vivían en estos pueblos no
sólo eran agricultores; también había artesanos,
sacerdotes y comerciantes. Cuando el uso de los metales
se difundió, hubo mejores utensilios que le permitían al hombre producir más alimentos. Las mejoras en
la
agricultura son las que llevaron al hombre a las primeras civilizaciones,
con fuerzas de trabajo bien organizadas, ejércitos y gobiernos en los que mandaban reyes y sacerdotes. Estas civilizaciones crecieron en las áreas fértiles de Irak, Egipto, India y China, y fueron el anuncio del final de la Edad de Piedra.
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