La enseñanza de la numeración de los pueblos originarios de México 4
Es importante decir que las irregularidades
presentes en los sistemas de numeración de las
lenguas mesoamericanas no los hacen particularmente difíciles de
aprender. De hecho, estos sistemas
tienen menos irregularidades que el del español. Quizá la familiaridad hace que
no nos
demos cuenta de que, en el sistema del español, los números once,
doce, trece, catorce y quince son irregulares. En estos números se sustituye a diez por ce, a cuatro por cator y a cinco por quin. Además, son los únicos en los que se le suma a un número pequeño uno grande
(ej., trece; 3+10).
Otros números irregulares del
sistema numérico del español son: veinte,
treinta, cuarenta, cincuenta, sesenta, setenta, ochenta y
noventa. Si fueran regulares se
dirían: dos-diez, tres-diez, cuatro-diez,
cinco-diez, seis-diez, siete-diez, ocho-diez y nueve-diez. Y hay más casos;
por ejemplo, quinientos (5 100)
también es irregular,
ya que si fuera regular se diría cincocientos.
La diferencia más importante entre los
sistemas de las seis lenguas que
se analizaron sea la forma en la que hacen uso de sus bases multiplicativas. De los sistemas
analizados todos, excepto uno siguen
una lógica aditiva, en la que
las bases
multiplicativas se aprovechan como
bases aditivas. Un sistema, el del tsotsil, sigue una lógica diferente. En ellos,
la primera base
multiplicativa (el 20) se utiliza para expresar pertenencia a una agrupación.
Para explicar esto, es importante revisar los
números del sistema numérico del tsotsil, del 1 al 19 (Tabla 23)
En la Tabla 23 se puede notar cómo, en tsotsil, todos los números del 1
al 19 concluyen con la partícula b. Se trata de un clasificador
numérico que sirve para indicar que lo que se cuenta es indefinido. También se
nota que los números del 11
al
19 se forman combinando la partícula lajuneb
(10) con la secuencia de lexemas numéricos jun (1), chib (2), oxib (3), chanib
(4), jo' ob(5), vakib (6), jukub (7), vaxakib
(8) y baluneb (9).
A partir del número 21 (Tabla 30) se hace evidente que el sistema del tsotsil sigue una lógica numérica diferente a la aditiva-progresiva
y de la mayoría de las lenguas mesoamericanas.
Tabla
30. Los números tsotsil del 21 al 38.
1 20 jtob
1→20 (1, 20)
|
jun xcha´vinik
|
|
2→20 (2, 20)
|
chib xcha´vinik
|
(2 del 2º 20)
|
3 → (2, 20)
|
oxib xcha´vinik
|
(3 del 2º.20)
|
4→20 (4, 20)
|
chanib xcha´vinik
|
(4 del 2º 20)
|
5→20 (5, 20)
|
jo'ob xcha´vinik
|
(5 del 2º 20)
|
6→20 (6, 20)
|
vakib xcha´vinik
|
(6 del 2º 20)
|
7→20 (7, 20)
|
jukub xcha´vinik
|
(7 del 2º 20)
|
8→20 (8, 20)
|
vaxakib xcha´vinik
|
(8 del 2º 20
|
9→20 (9, 20)
|
baluneb xcha´vinik
|
(9 del 2º 20)
|
10 →20 (10, 20)
|
lajuneb xcha´vinik
|
(10 del 2º 20)
|
11→20 (11, 20)
|
buluchib xcha´vinik
|
(11 del 2º 20)
|
12→20 (12, 20)
|
lajchaeb xchavinik
|
(12 del 2º 20)
|
13→20
(13, 20)
|
oxlajuneb xchavinik
|
(13 del 2º 20)
|
14→20 (14, 20)
|
chanlajuneb xchavinik
|
(14 del 2º 20)
|
15→20
(15, 20)
|
jo‟lajuneb xchavinik
|
(15 del 2º 20)
|
16→20 (16, 20)
|
vaklajuneb xchavinik
|
(16 del 2º 20)
|
17→20 (17, 20)
|
juklajuneb xchavinik
|
(17 del 2º 20)
|
18→20
(18, 20)
|
vaxaklajuneb xchavinik
|
(18 del2º 20)
|
19→20 (19, 20)
|
balunlajuneb xchavinik
|
(19 del 2º 20)
|
En la Tabla 30 se puede ver que el 20
se expresa como jtob, el cual se
forma por los números 1 y 20 (1
20). Los números del 21 al 39 no se forman sumándole a jtob la secuencia del jun (1) al balunlajuneb (19). En
lugar de ello se les asocia a estos números con xchavinik (dos hombres).
En
el sistema numérico del tsotsil los números del 21 al 39 se expresan como
números que pertenecen a la segunda veintena. Así el número jun xchavinik no se entiende como uno más dos-veinte sino como uno del segundo veinte; o, mejor aún,
como el uno que forma parte de la segunda
veintena. De hecho el fonema x que
aparece antes del número xchavinik se
utiliza en tsotsil para indicar la pertenencia de algo a una tercera persona.
CAPÍTULO 4. EL
APRENDIZAJE DE UN SISTEMA DE NUMERACIÓN
El objetivo de este capitulo es aportar al profesor de Educación Indígena
información básica acerca de cómo se da el proceso de aprendizaje de los
números.
El
aprendizaje de un sistema de numeración, es un proceso de construcción de
conocimientos numéricos en el que se involucran varias etapas para construir el
concepto número. También debe haber maneras para que se dé este proceso de
aprendizaje. Lerner (1996) refiere que una propuesta didáctica para enseñar la
numeración, debe ser “…objeto de una investigación didáctica
rigorosa que permita elaborar conocimiento sobre la enseñanza y aprendizaje del
sistema de numeración en el contexto….” (98) De la cita puede interpretarse
que si se quiere enseñar números desde el contexto es importante empezar por
algo conocido por el alumno.
Para el caso que se aborda, en los contextos indígenas es común q ue
los niños en edad escolar,
cuenten de manera oral en su lengua. “Producto cultural, objeto de uso social cotidiano,…” (Lerner, 1996:98) Aún antes de ingresar en la escuela,
los niños tienen contacto con objetos
y animales, y los que cuentan:
cuántos pollos tiene la
mamá, al vender plátanos, al ir de
compras, entre diversas actividades que los niños realizan fuera de la escuela y
donde entran en juego objetos que
cuentan y el numeral. Los números
son un conocimiento abstracto cuya comprensión requiere de la conceptualización
de ciertas relaciones lógicas. Los niños acceden
a la comprensión lógica del número a
partir de diversas experiencias vinculadas particularmente con el conteo.
Eso quiere decir, que para que el niño llegue
al
concepto numero pasa por diversas etapas de error y acierto hasta que llega a contar en forma oral, memorística
y escrita.
4.1 La
Guía para el Maestro SEP
La GUÍA PARA EL MAESTRO SEP (1992) dice de número que es una herramienta conceptual creada por el hombre para registrar y conocer, de forma
precisa, aspectos funcionales de la vida. Las funciones numéricas deben
tomarse en cuenta para el logro del
conocimiento numérico. Para ello se sugiere al maestro: que tome en
cuenta situaciones de la vida cotidiana para que el número
resulte más accesible si se vincula con situaciones conocidas por los mismos niños. Los niños se valen de los conocimientos numéricos que han
adquirido a partir de sus experiencias cotidianas para interpretar las nociones aritméticas.
Lo afirmado en la Guía
del Maestro conduce a tomar en cuenta las
experiencias de los niños con el conteo. Por esa razón es necesario que los
alumnos aprendan los números en su lengua ya que los
niños que hablan una lengua
indígena cuentan de manera oral con su propia
numeración. Su conocimiento
del conteo y del nombre de los números
está en la lengua que habla un
niño indígena. Esas experiencias con el
conteo en la lengua indígena son
las que se habrá que favorecer el aprendizaje de los números.
Para tener una idea qué implica aprender los números se
toma cuenta literaturas
que se han enfocado cómo es la construcción lógica de los números y la flexibilidad de uso de
los
números.
4.2
Aprendizajes de
Conteo
Para
Bishop (1999: 48) contar desde la perspectiva cultural “…implica muchos aspectos, con sutiles variaciones en los tipos de
lenguaje y las formas de representación empleados para comunicar los productos
de contar.” Asimismo, este mismo autor, define que contar “…es una actividad humana…” es
comprender, entender y explicar el significado de número.
Se puede llegar a la idea clara
y lógica del número sin recurrir a maneras de contar. Por ejemplo cuando vemos en un salón de
clases veinticinco sillas y la misma
cantidad de alumnos, tenemos delante de nosotros dos conjuntos: El de los asientos y el de los alumnos, para
que estos dos conjuntos se relacionen si hay veinticinco
sillas se necesitan la misma cantidad de alumnos. En este ejemplo encontramos una
relación biunívoca. Sin contar
podemos determinar si los conjuntos
tienen o no igual número de elementos. Si cada asiento está
ocupado y nadie está de pie, sabemos sin contar
que los dos conjuntos tienen igual número.
Según Vergnaud (1998) el número es “…un
concepto, por el cual, existen varios sistemas de escritura…” (pp. 135) y los sistemas de numeración son las
estructuras en que se puede definir el concepto número. Para que un numeral del
sistema indo- arábigo signifique, se necesita conocer el valor posicional del
que se esté hablando. La representación gráfica de un número como nueve (9), en
el sistema indo-arábigo puede tener un valor y no puede tener el mismo en base
20. “…el sistema de numeración es un
soporte de la conceptualización…” (Vergnaud 1998,135) de número. Eso implica conocer cómo se construye a partir, de
distintas herramientas y de contextos numéricos que tiene en contacto el
sujeto.
4.3.
Adquisición del
conteo
Bermejo
y Bermejo (2004) reconocen que el niño
aprende primero a contar de memoria o mediante intuición, práctica y refuerzo,
antes de comprender los principios básicos del conteo (teoría de las
habilidades primero). Ellos además dicen que otros autores, en cambio,
defienden que los principios son innatos y guardan el desarrollo de los
procedimientos propios de la habilidad de contar (teoría de los principios
primero), de modo que la comprensión será anterior a la ejecución correcta del
conteo.
La memorización de los números se explica como la manera de repetir
constantemente el nombre de los números. En cuanto al aprendizaje de los
números, sucede conforme el sujeto va memorizando el nombre de los números y
los repite de manera oral y no implica cantidad.
Según
los autores el niño posee unas predisposiciones generales que sirven de base para
el desarrollo posterior numérico y, por tanto, del conteo, de tal modo, que comprensión y procedimientos se
irán desarrollando más o menos
paralelamente y en constante interacción a lo
largo de la infancia.
Esto
autores retoman la teoría de los
“principios primero” de Gellman y Gallister (citado en Bermejo y Bermejo 2004)
esta teoría que proponen un modelo de contar, formado por cinco principios o
componentes de modo que los niños llegarán a contar perfectamente cuando sean
capaces de integrar esos principios:
1. Principio de
correspondencia uno- a –uno.
2. Principio de orden estable.
3. Principio de cardinalidad o cardinal
numérico.
4. Principio de abstracción.
5. Principio de orden irrelevante.
Estos
autores afirman que los tres primeros principios se refieren a cómo contar, mientras que los dos restantes indican qué se puede contar y cómo
contar los objetos de un
conjunto. Partiendo de estos principios, estos mismos autores proponen analizar a detalle cómo se da el conteo.
4.2.1 Correspondencia uno-a-uno
Bermejo y Bermejo (2004) reconocen que cuando contamos establecemos
correspondencia biunívoca entre los objetos y los numerales utilizados. (Ver
Fig. 1)
Fig.
1
Correspondencia entre objetos y numerales
|
│ │ │ │
1 2 3 4
|
Para eso el primer requisito que necesita el niño para contar correctamente
consiste en tener la competencia para
construir correspondencias uno-a-uno. Los autores mencionan que según las investigaciones, a partir del primer año, el niño es capaz de construir
correspondencias entre conjuntos de entre 1 o 2 elementos, y a lo largo del segundo año lo hará igualmente entre conjuntos de 3 a 4 objetos. Además
estos autores afirman que no está bien claro si niños se limitan
hacer emparejamiento entre los
objeto, o si además conocen la equivalencia numérica resultante de este
emparejamiento entre los dos conjuntos. No obstante la correspondencia
entre objetos (ver fig. 2) es más sencilla
y precoz en el niño que la correspondencia
establecida entre objetos y numerales (ver Fig. 1) Ello explica
que el inicio del conteo aparezca algo mas tarde en el
desarrollo infantil.
Fig. 2. Correspondencia entre
objetos
Los
autores toman en cuenta a Fusson (Citado
en Bermejo y Bermejo) la ejecución correcta del conteo en el niño no solo
supone llevar a cabo una correspondencia sino dos correspondencias simultáneas.
Efectivamente, cuando el niño aprende a contar, necesita indicar o incluso a
tocar con el dedo cada uno de los objetos que cuenta, de
modo que al “acto de
indicación” constituye un elemento necesario del conteo Los autores además dicen que un acto de indicación deja de ser necesario cuando el
niño es mayor o en los adultos, que se transforma entonces en
movimientos de cabeza o dirección de
la mirada. La presencia del acto de indicación en el aprendizaje del conteo
implica la ejecución de dos
correspondencias. (Ver Fig. 3) (Acto
de indicación representado por una
flecha). Una correspondencia está
formada por los objetos (estrellas) y los actos de indicación (flechas), denominada correspondencia espacial y la segunda está construida por los actos de indicación y los numerales
(correspondencia temporal).
Ello
significa que el aprendiz tiene que coordinar adecuadamente ambas
correspondencias para que el conteo sea correcto, de modo que la violación de
cualquiera de ellas dará lugar a una serie de errores. A continuación se
presenta los análisis

Dos tipos de correspondencia
|
correspondencia
espacial ↑ ↑ ↑ ↑
correspondencia 1 2 3 4
temporal
|
Errores típicos del conteo
Según Bermejo y Bermejo (2004),
el análisis del comportamiento de los niños cuando están aprendiendo a contar muestra la aparición de una serie de errores
típicos interesantes que pueden afectar a la correspondencia espacial, a la
temporal, o a las dos. Entre los errores que violan la correspondencia espacial y destacan las siguientes:
1. Omisión de objetos, de modo
que no son señaladas ni etiquetados con un numeral (ver Fig.4)
Fig.
4
Ejemplo de error espacial de omisión
Objetos
|
|
|
| |
Señalamientos
|
↑
|
↑
|
↑
|
↑
|
Etiquetación
|
1
|
2
|
3
|
4
|
2. Repetición de objetos, que son señalados y etiquetados
más de una vez. (ver Fig. 5)
Fig.
5
Error
espacial de repetición
Objetos:
|
|
|
|
|
|
Señalamientos:
|
↑
|
↑
|
↑↑
|
↑
|
↑
|
Etiquetación;
|
1
|
2
|
3
4
|
5
|
6
|
3.
Señalamiento y etiquetación de un
lugar vacío entre dos objetos
(Ver Fig. 6)
Ver Fig.
6 Ejemplo de error espacial
Objetos:
|
|
|
|
|
|
|
Señalamientos:
|
↑
|
↑
|
↑
|
↑
|
↑
|
↑
|
Etiquetación;
|
1
|
2
|
3
|
4
|
5
|
6
|
Entre los
errores que afectan la correspondencia
temporal se destacan los siguientes:
1.
Se omite la etiqueta de un objeto correctamente señalado. (ver Fig. 7)
Fig.
7
Ejemplo de error temporal de
omisión
Objetos:
|
|
|
|
|
|
Señalamientos:
|
↑
|
↑
|
↑
|
↑
|
↑
|
Etiquetación;
|
1
|
2
|
3
|
|
4
|
2.
Se asignan dos etiquetas a un objeto correctamente
señalado (ver Fig.8
)
Fig.8
Ejemplo
de error temporal de repetición
Objetos:
|
|
|
|
|
|
Señalamientos:
|
↑
|
↑
|
↑
|
↑
|
↑
|
Etiquetación;
|
1
|
2
|
3
|
4 5
|
6
|
3.
Emisión de un numeral o etiqueta sin objeto ni
acto de indicación referencial (ver Fig.9
)
Fig.9
Ejemplo
de error temporal
Objetos:
|
|
|
|
|
|
Señalamientos:
|
↑
|
↑
|
↑
|
|
↑
|
Etiquetación;
|
1
|
2
|
3
|
4
|
5
|
4.
Fraccionamiento de un numeral entre dos objetos y
actos de indicación. (ver Fig. 10)
Fig.
10
Ejemplo
de error temporal
Objetos:
|
|
|
|
|
|
Señalamientos:
|
↑
|
↑
|
↑
|
↑
|
↑
|
Etiquetación;
|
1
|
2
|
TRE
|
ES
|
4
|
Los errores duales son
aquellos que transgreden simultáneamente las dos correspondencias espacial y
temporal.
1. Se señala mas de
una vez un objeto asignándole una sola etiqueta o numeral (ver Fig.11)
Fig.11 Ejemplo de error dual
Objetos:
|
|
|
|
|
|
Señalamientos:
|
↑
|
↑
|
↑↑
|
↑
|
↑
|
Etiquetación;
|
1
|
2
|
3
|
4
|
5
|
2. Se señala dos veces un objeto sin asignación de etiqueta (Ver Fig. 12)
Fig. 12 Ejemplo de error dual
Objetos:
|
|
|
|
|
|
Señalamientos:
|
↑
|
↑
|
↑
|
↑↑
|
↑
|
Etiquetación;
|
1
|
2
|
3
|
|
4
|
3. El niño señala de manera irregular los objetos, al tiempo que emite numerales sin conexión
con los actos de señalar, ni con los objetos.
(ver Fig. 13)
Fig. 13 Ejemplo de error dual
Objetos:
|
|
|
|
|
Señalamientos:
|
↑
|
↑
|
↑
|
↑
|
Etiquetación;
|
1
|
|
2 3
|
4
|
4. Los niños mas pequeños
hacen un gesto rasante a lo largo de la hilera de objetos, emitiendo simultáneamente y de manera
continua un conjunto de numerales (ver
Fig.
14)

Objetos:
|
|
|
|
|
|
Señalamientos:
|
|
|
|
|
|
Etiquetación;
|
1
|
2
|
3
|
4
|
5 6
|
Los mismo
autores afirman que finalmente aparecen
otros errores que consisten en que los niños cuentan dos veces dos o más
objetos, tal como ocurre, por ejemplo,
(Fig. 14) Aquí el niño vuelve hacia
atrás para contar un objeto olvidado, contando de nuevo los dos últimos
objetos.
Además
toman en cuenta lo dicho por Fusson
(citado por Bermejo y Bermejo 2004) que la frecuencia de errores no es la misma
en los niños de modo que suelen aparecer mas errores que la correspondencia
espacial que en la temporal. Según Bermejo y Bermejo (2004) que no son de fácil
explicar las causas de los errores. Algunos autores han supuesto que mucho de
ellos puedan deberse a la aplicación por los niños de patrones de
correspondencia evolutivamente anteriores a la correspondencia biunívoca, como
son las correspondencias una-a-muchos y muchos-a-uno (ver Fig. 15)
Fig.15
Correspondencia
uno-a-uno-a-muchos-a-uno
↖↑↗
|
↘↓↙
|
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