REGION CENTRO DE NUEVO LEON.SHOTIS, REDOVA, POLKA Y HUAPANGO NORTEÑO



REGION CENTRO DE NUEVO LEON.SHOTIS, REDOVA, POLKA Y HUAPANGO NORTEÑO.

UBICACIÓN GEOGRAFICA DEL ESTADO DE
NUEVO LEON

El estado libre y soberano de Nuevo León (desde 1824) es uno de los 31 estados que junto con el Distrito Federal conforman las 32 entidades federativas de México.
Al norte colinda con los Estados Unidos de Norte América, al este con Tamaulipas, por el oeste Coahuila y Zacatecas, San Luis Potosí, es su vecino del sur.
Posee una extensión territorial de 64 555 km2, ésta extensión lo coloca en el lugar décimo tercero del país, el estado está dividido en 51 municipios, uno de ellos es Monterrey, su capital.

NUEVO LEON
ALGO SOBRE SU NOMBRE


En el año de 1557 el capitán Alberto del canto, descubrió el valle de la Extremadura, donde hoy está Monterrey, y estableció en el mismo año el pueblo que llamó Santa Lucia.

En 1582 Luis Carvajal y de la Cueva, en lo que fue Santa Lucia, fundó la villa de San Luis Rey de Francia (segundo nombre de lo que ahora es Monterrey).

El 20 de septiembre de 1596, Diego de Montemayor fundo la Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey, en donde había estado Santa Lucia y la villa de San Luis.

Durante la conquista, los españoles nombraron a las tierras del actual estado de Nuevo León como: Nuevo Reyno de León en recuerdo y honor del Reyno de León de España.


BAILES Y RITMOS MUSICALES DE LA REGION CENTRAL DE NUEVO LEON.

De Europa llegaron a finales del siglo XIX y durante la época porfiriana varios ritmos musicales que fueron del gusto de la clase media, la burguesía y la afectada aristocracia. Entre ellos citaremos: el rigodón, las cuadrillas, la mazurka, la contradanza, la galopa, el vals, los lanceros, la redova, el schotís, la polka, etc., ritmos que recorrieron los salones, patios y casinos de nuestro país.
Estos ritmos tenían características muy particulares:

El Rigodón.- Fue un baile popular de la Europa de los siglos XVIII y XIX, introduciéndose en los grandes salones. Se bailó en grupos con un número para de parejas, interpretándolo con sencillas figuras. Sería el principio y la base de la cuadrilla.

La Cuadrilla.- Fue un baile de figuras provenientes de los bailes aldeanos del final del siglo XVIII y luego de gran popularidad en el siglo XIX al introducirse en los grandes salones con un “X” número de parejas por pares, formando un cuadro en cuyos vértices se colocaban éstos.
Enloquecía la vertiginosidad del vals (ritmo que no ha decaído nunca y ha llegado a nuestros días), muy popular en toda Europa, sobre todo el vienés ya que fue probablemente el más famoso de todos los bailes de salón, interpretándolo en parejas individuales, que se deslizaban a través de una serie de vueltas graciosas y en remolino vertiginosamente. En el vals vienés, las parejas giran en una sola dirección. En México, el vals se hace romántico y se ejecuta un poco más lento y con algunos remates. Al llegar a América rápidamente se popularizó y se hizo característico.

Muchos competidores de la localidad compusieron valses que emularon el buen gusto de las diferentes clases sociales, de entre ellos, el vals “Salvador” que hoy hace llorar a nuestros abuelos, bisabuelos y gente de más de 80 años; es como un himno que les recuerda el antaño de sus costumbres, familias, kermeses, saraos, etc., de fines del siglo pasado y principios de éste, recordando estudiantinas de varones, de las damitas (con arpa, violines, mandolinas y guitarras), orquestas de clase media y grandes y refinados conjuntos orquestales, todos regiomontanos.
La Mazurka.- Fue baile popular polaco, con ritmo de ¾, que siendo del gusto de la sociedad en el siglo XIX evolucionó hacia los grandes salones. Este ritmo sin tener los giros vertiginosos del Vals, sí fueron característicos su elegancia, ampulosidad y deslizamientos; de entre las Mazurkas llegadas de Francia, “La Varsoviana” fue el ejemplo típico amén de hacerse muy popular en toda la República.

Como es de entenderse, la Mazurka en la aristocracia se hace presente en las actitudes, meneos y evoluciones sumamente afectadas y sobrias. En la clase media y sobre todo, en el populacho; su interpretación es más libre, fastuosa y sin afectamientos. Los compositores locales de aquel entonces, compusieron varias, pero al respecto de “La Varsoviana”; tuvo características muy singulares en la sociedad regiomontana y en la burguesía y clase media, trascendiendo al populacho, adquiriendo sus modificaciones, todo esto afectó a la sociedad texana que tenía amplios nexos con Nuevo León.

La Contradanza.- Baile de salón proveniente de los bailes aldeanos, también de finales del siglo XVIII, y luego en gran auge en el XIX. Ejecutado por número par de parejas colocadas en dos líneas una frente a la otra, formando complicadas figuras, siendo de gran atractivo y diversión.

Simultáneamente aparecen “Los Lanceros”, que no es otra cosa sino una cuadrilla ceremoniosa y austera hecha para que los militares la pudieran ejecutar y tomar parte en ella danzando con elegancia y distinción, ya que sus movimientos estaban ajenos a cualquier meneo que afectara la autoridad, severidad y compostura propia de los militares.

Todos estos bailes de salón eran pretexto para que señores, damas, jóvenes y señoritas se reunieran en salones y casinos, encabezados por un instructor (muchas veces proveniente de Europa) que previamente reunía a esta gente para entretenerlos, enseñarlos y así aprendían y gustaban de estos bailes para lucirse en los grupos que tomaban parte en aquellas grandes ocasiones sociales y competiciones.
Las danzas y bailes antes mencionados, resultaron del gusto de la sociedad nuevoleonesa, quizá por sus antecedentes raciales y étnicos, adoptaron una característica propia y peculiar, imprimiéndosele un carácter jocoso y ritmo excesivamente marcado, producto de la mofa que el pueblo mexicano que vivió la marginación y prohibición para participar de las fiestas aristócratas realizo hacia los europeos.

La Polka, La Redova y el Shotís, son ritmos que se han considerado como géneros distintivos del norte del país y específicamente de Nuevo León.

LOS RITMOS NEOELONESES

El mas destacado folklorista del estado de Nuevo León, el profesor Jesús Daniel Andrade González (nacido en la ciudad de Puebla de los Ángeles el 27 de septiembre de 1927), documentó cuatro ritmos que fueron los que se aclimataron en tierras mexicanas del norte México, fueron adoptados y adaptados al mismo tiempo, incluso son el resultado de la fusión de dos o más ritmos traídos a nuestro país por los colonizadores europeos. Son bailes que muestran un carácter festivo, de galanteo y como tal, son interpretados y ejecutados en las fiestas de carácter social.

El Shotís
Es una transformación de la antigua danza escocesa, que se ejecutaba en compás de cuatro tiempos al igual que este baile; era bailado de manera diversa, los Ingleses lo bailaban saltando, mientras que los Alemanes lo hacían deslizándose como si valsearan.

Su compás musical hace de sus movimientos un baile suave, elegante, con secuencias elaboradas pero sencillas; es un baile de pareja que se comunica con un contacto directo, bailan frente a frente tomados de la mano y del antebrazo al mismo tiempo.
Entre el repertorio musical del shotis, quizá el más conocido de la región central de Nuevo León es el “Cerro de la Silla” de la inspiración de Antonio Tanguma y entre otros podemos mencionar: Monterrey de mis amores, El pedacito, Mi general Bonifacio, Florecita, etc.

La Redova
Fue un ritmo de la región de la Bohemia, es una amalgama de Vals y Mazurka, se escribe en un compás de 3/4 que aún siendo popular y folklórica, invade los salones de la sociedad, bailándose con más sobriedad en el siglo XIX. Llega a América, se populariza y cae en desuso, pero fue en el gusto popular, en donde encuentra mejor acomodo y proyección.
Al igual que el shotis, es un baile de pareja, con contacto directo, pero a diferencia del shotis la redova tiene una expresión corporal más enérgica, en su interpretación dancística se muestran movimientos más vigorosos donde ya se incluyen algunos zapateos y vueltas con más velocidad que el shotis.
Algunos ejemplos de la redova: San Roberto, Cascada, De China a Bravo, etc.

La Polka
Es original de Bohemia, y llegó con los mercenarios austro-húngaros que llegaron a Nuevo León en la invasión francesa de 1847. Tiene un compás binario, es decir de 2/4.
Danza alta de la región de Bohemia, al pasar a los salones aristócratas, adquiere sobriedad en el siglo XIX y sus característica principal es su compás binario, con ejecuciones de vueltas y sobre todo, el movimiento de punta y talón.

"La Polka en Checoeslovaquia adquiere características que pasan a la polka Autro-Húngara, de ahí a la Alemana, luego a la Francesa. Es muy notable la influencia de los mercenarios austro-húngaros, "Zuavos", y los soldados franceses, en este ritmo que trajeron a Nuevo León".
Destacan en ella, los movimientos de "punta y talón", carretillas, pespunteados y entrecruces rápidos y giros bruscos y marcados al estilo europeo. Todo esto fue modelado por el norteño nuevoleonés, dándole una peculiar característica, por ejemplo: Una polka muy tradicional de Checoeslovaquia, "Clarinetes Calientes”, su melodía es utilizada para bailarla al gusto de Nuevo León, pero a ésta, los músicos le hicieron variaciones y se convirtió en una de las polkas tradicionales nuestras.

Entre las polkas mas conocidas: Evangelina, Aurora, Blanca Nelly, monterrey, etc.

Huapango norteño
Llamado en algunas partes también Zapateado repiqueteado o jarabeado nuevoleonés, por la característica del ritmo antes nombrado, por el estilo y sobre todo, por las pisadas que tiene este bailable.

Musicalmente hay cierta característica que el ritmo de huapango nuevoleonés, defiere del huasteco y es aquí que se interpreta con aire o ritmo binario; armónicamente el bajo sexto tiene una amplia gama de contrapunto singular que adornan a la melodía o melódica repiqueteante del acordeón de botones (o en su fase antigua, el violín norteño), en el caso del violín, hay mucha diferencia con el violín llamado "violín huapanguero" de la huasteca, ya que el norteño de Nuevo León no tiene el juego de articulaciones, y picados, estacato, ni el chicoteo, además el bajo continuo (musicalmente se dice) de contrabajo o "tololoche" acaba de redondear lo característico de la entidad nuevoleonesa. En la melódica cantada (aunque son escasos los huapangos cantados en Nuevo León), no tiene, ni usan, el falsete huasteco, ya que cambiaron el sentimiento característico y se regionalizó.

Regularmente el ranchero de Nuevo León en los bailes pedía al conjunto regional un jarabito o jarabeado o un zapateado repiqueteado, y era cuando los músicos ejecutaban este ritmo, imprimiéndole su carácter su idiosincrasia y su sentimiento; adquiriendo una personalidad musical propia de esta región. De entre muchos huapangos podemos nombrar a:
"De Marín a Zuazua" , "Ruperta" , "Pavido Navido" , "El Lucero" , "El Mezquitón" , etc.
Autores: R. Sáenz, Cruz González de la Garza, Adolfo García, Juan López, E.S. Longoria, C. Ibarra, Tony de la Rosa, Rafael Silva (El Canario), Rogelio Gutiérrez y Antonio Tanguma.
Ejecutantes: R. Sáenz, Juan López, Tony de la Rosa, Rogelio Gutiérrez, Antonio Tanguma, Rafael Silva (El Canario) y otros.

LOS INSTRUMENTOS Y CONJUNTOS MUSICALES

Al hablar de las dotaciones instrumentales en Nuevo León, Raúl García Flores, en las notas que publica en el disco número 29 de la fonoteca del INAH, nos dice:

“ La tipología musical distingue dos campos, cuya diferencia no estriba tanto en el repertorio como en el conjunto instrumental y la técnica empleada el primer campo es el llamado “de rancho”, “de antes” o “de los abuelitos”; este conjunto se caracterizó por el uso dominante de cuerdas: violín, guitarras, bajo sexto, contrabajo o tololoche y hasta los años 50 el arpa. . . Algunas posibilidades de combinación son las siguientes: violín, saxofón y bajo sexto; dos pistones (trompetas), dos guitarras y contrabajo, violín y guitarra o el inmortal conjunto propuesto por los Mier, Montañeses del Álamo, integrado por violín, flauta, saxofón, guitarra y contrabajo. Puede decirse que el conjunto de acordeón y bajo sexto que distingue a la música norteña es una abreviación de la anterior orquesta.

La introducción del acordeón, fruto de la industria extranjera se produjo a principios del siglo XX incorporándose de inmediato a la interpretación regional, si bien su auge se observa hasta la década de los años 40, cuando desplazó a otros instrumentos melódicos. “

ATUENDO TRADICIONAL DE LA REGION CENTRO

LA MUJER
El profesor Daniel Andrade dejó en su obra “Hechos y Testimonios de Nuevo León” , ocho bocetos del diseño del atuendo representativo de Nuevo León para la mujer y los describe de la siguiente manera:
“En la mujer, el vestido guardaba características del municipio donde vivía, pero en general, se componía de dos piezas; falda y blusa. La blusa es de color blanco y se confecciona en tela suave y fresca como el dacrón. La pechera es alforzada (con pliegues) y en la parte superior lleva guipiure (encaje sin malla), el cual también se aplica en el cuello, que es alto. Las mangas son abullonadas (anchas y esponjadas), llevan alforzas en la parte frontal, mismas que nacen en el hombro y van hasta la mitad del antebrazo, pues terminan con puño largo que también deben adornarse con guipiure o espiguilla.
La falda se elabora en casimir, paño de lana, gabardina o poliéster, en colores oscuros o en tonos pastel. Su corte es a base de doce cuchillas con seis pliegues escondidos (pastelones); lleva seis grecas formadas con espiguilla o cinta abarrotada (corrugada) y termina el adorno con grandes botones del mismo material de las grecas. Debe cuidarse la disposición de los colores en la confección del traje.
El traje se acompaña con botas o zapatos que pueden ser de color blanco o negro.
La bailadora lleva en su cabeza un peinado en forma de cebolla y dos peinetas de cada lado”.



EL HOMBRE.
El profesor Daniel Andrade dejó en su obra “Hechos y Testimonios de Nuevo León” , dos bocetos del diseño del atuendo representativo de Nuevo León para el hombre y los describe de la siguiente manera:
En el caso del varón, usa su "texana" (sombrero de fieltro fino), pantalón de dril o casimir de colores caqui, gris o café y calza botín, camisa blanca, la cual podía ser también de dril en dos colores o a cuadros, su imprescindible paliacate o mascada fina anudada al cuello para protegerse del sudor, porta con orgullo su "cuera" de gamuza, gamucina o carnaza, de largos y angostos flecos por la influencia de las incursiones "apaches" y como un adorno singular, ancho cinto con hebilla o gran hebilla cincelada de plata, acero y cobre o plata y oro.
Aparte de la "texana" de fieltro se usó la "guaripa" de lona engomada o barnizada, y por la región de Galeana y Linares se acostumbró un sombrero que lo surtían de San Luis Potosí a principio del siglo, que le decían de "tule", y usaban un pantalón semejante al caporal con una aletilla y una camisa semejante al tipo filipina con alforza y tarugo, botín fuerte ranchero.

CONCLUSION
Es indiscutible la limitada información que se puede recopilar sobre bailes que ya están en desuso (a diferencia de los ritmos que aun están vivos) y aunque es muy valiosa la información que nos dejo el profesor Jesús Daniel Andrade González, también encontramos trabajos que realizan los maestros de danza de nuestros días, inyectados con una buena dosis de creatividad e innovación y en muchos casos, seguramente, con nueva información digna de creerse; lo que puede resultar complejo es lograr discernir la información para encontrar la diferencia entre lo tradicional y lo creativo en el caso de los bailes de la región central de Nuevo León.
Es necesario brindar a la juventud que se acerca al maravilloso y extenso mundo de la danza tradicional mexicana, los elementos que le permitan analizar, valorar y formarse un criterio propio sobre lo que baila, pero sobre todo mostrarles el camino por donde pueden iniciar su propia búsqueda.


BIBLIOGRAFIA

Montes jóvenes sobre la antigua llanura
Monografía estatal SEP

HECHOS Y TESTIMONIO DE NUEVO LEON
Jesús Daniel Andrade González
Escuela de Artes Escénicas
Universidad Autónoma de Nuevo León.

DANZAS Y BAILES
Francisco Javier Sánchez López

DISCOGRAFIA
Tesoro de la Música Norestense
Fonoteca del INAH vol. 29
Notas de Raúl García Flores

INFORMANTES:
Profesor Jaime Guerrero Hernández
Profesora Lorena Guerrero Hernández

XXII CONGRESO DE LA A N M D P M AC.
NUEVO LEON 1994

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