Daniela Wolf, “Madona” en Mujeres que cambiaron el mundo. México, SEP



Seguramente me conoces como la reina del pop. ¿Pero sabes cuál es mi nombre, dónde nací y lo difícil que fue llegar adonde estoy ahora?
Yo, Madona Louise Verónica Ciccone, nací el 16 de agosto de 1958 en Rochester,
Michigan, en los Estados Unidos, la tercera hija de una pareja de inmigrantes italianos muy católicos. Mi mamá murió cuando yo tenía cinco años y mi papá se volvió a casar poco después con su ama de llaves. Creo que mi rebeldía de adolescente (que mantuve aún siendo adulta) surgió como respuesta a la educación conservadora de mis padres y la estricta disciplina de mi madrastra.
De niña soñaba con ser bailarina, así que tomé clases de ballet y más tarde recibí una beca para estudiar danza en la Universidad de Michigan. Después de tres semestres me fui a Nueva York a probar suerte. Ahí viví muy austeramente y me di cuenta de que no podría sobrevivir como bailarina, así que busqué otros caminos para lograr lo que quería: volverme famosa.
Aprendí a tocar la guitarra y la batería y fundé el grupo Breakfast Club. Fui la baterista y después la cantante hasta que en 1980 me separé en busca de una carrera como solista.
Pasé las noches en las discotecas, buscando relacionarme con la gente del espectáculo, hasta que logré entregarle una cinta con mis canciones al DJ Mark Kamins, quien la puso y se entusiasmó con la reacción de la gente. Con su ayuda conseguí un
contrato con la disquera Sire Records y en 1982 grabé la canción “Every body”, que se volvió un éxito. Poco después saqué a la venta mi primer álbum, Madonna.
Algunas de las canciones del disco llegaron a los primeros lugares de las listas de popularidad, pero fue mi segundo álbum, Like Virgin, el que me llevó a la fama. Me volví una estrella de la música pop y los adolescentes de todo el mundo empezaron a imitar mi forma de vestir y de actuar.
A pesar de que fui la primera cantante en vender más de cinco millones de ejemplares de un álbum, tuve críticos que aseguraron que mi carrera no duraría. Pero les demostré lo contrario, ya que desde 1984 hasta hoy me he mantenido en los primeros lugares de popularidad a nivel mundial.
Soy extremadamente perfeccionista; trabajo cada canción hasta quedar satisfecha. Puedo presumir de haber ligado la presentación de cada disco con una total modificación de mi imagen, según el estilo de música presentada.
Una buena parte de mi fama se la debo a mi forma desenfadada, picaresca y a veces escandalosa de presentarme. La gente conservadora me criticó: decía que yo estaba dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de conservar la fama.
Pero ahora soy madre de Lourdes María y Rocco, soy esposa y he dejado atrás la etapa del escándalo. Trato de pasar más tiempo con mi familia y en mi trabajo hago sólo lo que me gusta, fijándome más en la calidad que en la fama.
Daniela Wolf, “Madona” en Mujeres que cambiaron el mundo. México, SEP-R. Mireles Gavito, 2005.

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