“El toro que ganó una apuesta” en Benjamín Preciado Solís, Cuando Brahmadatta era Rey de Benarés. México, SEP-Magenta, 2007.
43. EI toro que ganó una
apuesta
Hace muchos años, cuando Brahmadatta era rey de Benarés, en la India,
había un campesino que tenía un toro muy fuerte. El dueño estaba muy orgulloso
del animal y presumía a todos los que se encontraba la fuerza del toro.
Un día fue a una aldea y gritó en la plaza:
-Apuesto mil monedas de plata a que mi toro puede jalar cien carretas.
Todos se rieron y dijeron:
-Muy bien. Trae tu toro y le amarraremos cien carretas a ver si las
puede mover.
Así, el campesino trajo su toro a la aldea y enfrente de una gran
multitud lo amarraron a las carretas. Entonces el dueño lo golpeó con un palo y
le dijo:
-¡Muévete, flojo! ¡Jala con fuerza, bruto!
Pero al toro nunca le habían gritado así y no se movió.
Ni los golpes ni los insultos lo hicieron jalar las carretas.
Finalmente, el dueño tuvo que pagar la apuesta y se regresó con
tristeza a su casa. Allí se sentó y se quejó en voz alta:
-¿Por qué mi toro tan fuerte hizo eso? Muchas veces ha llevado cargas
más pesadas con facilidad. ¿Por qué me avergonzó delante de toda la gente?
Esa noche, cuando fue a darle de comer al toro, éste le dijo:
-¿Por qué me golpeaste hoy? Nunca me habías dado de palos antes. ¿Por
qué me insultaste y me llamaste flojo y bruto? Jamás me habías maltratado.
El campesino le contestó:
-Nunca más te volveré a maltratar. Siento mucho haberte apaleado e
insultado. Jamás lo volveré a hacer. Perdóname.
-Muy bien -dijo el toro-. Mañana llévame a la aldea y jalaré las cien
carretas para ti. Siempre has sido un buen amo... hasta hoy. Mañana recobrarás
lo que perdiste.
Al siguiente día el campesino alimentó muy bien al toro y le colgó una
guirnalda de flores en el pescuezo. Cuando llegaron a la aldea todos se rieron
al tiempo que le decían:
-¿Vienes otra vez a perder tu dinero?
-Hoy les apuesto dos mil monedas de plata a que mi toro puede jalar
cien carretas -dijo el dueño...
Así trajeron las cien carretas amarradas y ataron al toro a la primera.
Una gran multitud llegó para ver al toro. El campesino le dijo:
-Torito, muéstrales lo fuerte que eres, toro bonito. Y le acarició el
cuello. El toro jaló con todas sus fuerzas y movió las cien carretas. Todos
gritaron asombrados:
-¡Tu toro es el más fuerte de todos! Te pagaremos la apuesta.
Y el toro y su dueño
regresaron muy felices a su casa.
“El toro que ganó una apuesta” en Benjamín Preciado Solís, Cuando
Brahmadatta era Rey de Benarés. México, SEP-Magenta, 2007.
este cuento es muy bonito para niños y hasta para adultos lo recomiendo 100 por ciento
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